"- Lo sé. Sé que nunca más encontraré nada ni nadie que me inspire pasión. Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera... Hasta hay un momento, al principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.
- ¿Por qué?
- Tampoco es bueno para mí mirar demasiado tiempo los objetos. Los miro por saber qué son y tengo que apartar rápidamente los ojos.
- Pero ¿por qué?
- Me dan asco."
La Náusea de Jean-Paul Sartre.
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