"Existo. Es algo dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave. Tengo la boca llena de agua espumosa. La trago, se desliza por mi garganta, me acaricia y renace en mi boca. Hay permanentemente en mi boca un charquito de agua blancuzca- discreta -que me roza la lengua. Y este charco también soy yo. Y la lengua. Y la garganta soy yo."
La náusea de Jean-Paul Sartre.
Hoy me siento más vivo.
Números y cifras sobre mi sustancia roja, me dicen que estoy sano y vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario