sábado, 8 de mayo de 2021

Me volvería a cortar...

Hoy estoy necesitando cortarme la piel de nuevo. 

Me siento muerto por dentro y por fuera. 

No entiendo lo que siento por dentro. Soy un cocktail de escupitajos emocionales, de desechos mentales, de ideales absurdos, de principios terminados... No tengo responsable a quién culpar y a la vez los tengo todos en el paredon a punta de escopeta. 

Me desperté con la ansiedad necesaria para llorar sin sentido.

Siento un cansancio increíble por todo.

Necesito explotar y abandonar antes de abandonarme a mi del todo. 

Tiempo muerto.

sábado, 10 de abril de 2021

Despierta tu rabia...

Eso debería haber hecho ese día que me maquillé, sonreí y grité sin tener fuerzas ni para mantenerme en pie.

Ahora aparece esta camiseta arrugada al fondo del armario y me grita 'DESPIERTA TU RABIA'... Ya la ocasión ni tan siquiera merece despertar absolutamente nada. Está muerto, acuchillado y en silencio. Y no tengo ninguna intención de resucitarlo.

La camiseta me estaba demasiado ajustada, no era cómoda y ahora aún menos. Quizás era una premonición. No hay que insistir en ponerse lo que no te deja moverte, lo que te inmoviliza, lo que te anuncia un estallido.



viernes, 9 de abril de 2021

Ávido de emoción, de afecto, de lágrimas...

 ¿Qué es necesario para hacerme llorar?

Ya no necesito grandes historias de amor, no necesito sentimientos insuperables. 

Ver un programa donde la gente compite bailando y ver que mi cuerpo ya nunca se podrá entrenar a ese nivel, me puede sumergir en un mar de lágrimas. 

Estoy ávido de emociones porque ya no hay nada más. 

Es la época de lo alcanzable.

No más sueños.

martes, 6 de abril de 2021

Dejar el tabaco...

Hoy es el primer día de mi vida sin tabaco.

Eso dice el libro de dejar de fumar que debo pensar, y de verdad lo pienso.

Creo que mi trabajo por convertirme en una persona absolutamente imbécil está dando su resultado. 

La experiencia me ha quitado la furia, la pasión, la negación, la protesta.

Me trago cualquier mierda y me autoconvenzo de que puede funcionar, que no piense.

Pero el monstruo siempre está ahí debajo de esta piel que ya no se si me pertenece realmente. 

Con tan solo una cuerda y una cuchilla podría provocar la baba insoportable.

viernes, 26 de marzo de 2021

Mártir de la nada...

Ese martirio y ese sacrificio por el bien familiar es absolutamente despreciable.

Desprecio la manada de sangre.
Desprecio los lazos de unión obligados.
Desprecio el sacrificio para el crecimiento de la sumisión sanguinea.
Desprecio ante todo las miradas cómplices de las sufridoras.

Todo eso no lleva a nada, solamente emponzoña aún más la existencia propia y de los demás.

Solo hace más insoportable tener que consumir el mismo aire manido y denso.

Exigir el afecto...

Cuando se debe exigir el afecto es que hay un gran problema.

Cuando el afecto no es natural, el abrazo, el cariño, la preocupación no son naturales es que hay un gran problema en el fondo. Como un quiste de grasa incrustado durante años, que por más que aprietes se niega a salir.

Cuando entre sufrimiento y chantaje solo existen las ganas de abofetear, es que ya no hay remedio.

Nadie es responsable de no quererse más allá de lo que exige la sangre y el pacto social.

Cuando no hay, es que no hubo ni habrá.

martes, 23 de marzo de 2021

Cuidados...

 Cuando hablamos de cuidados ¿de qué estamos hablando realmente?

¿Hablamos de cuidar a padre y madre en sus últimos días?

¿Hablamos de cuidar a familia de sangre en recuperación?

¿Hablamos de cuidar plantas?

¿Hablamos de cuidar el medio ambiente reciclando?

A mi me gustaría hablar de intentar no herir, de admitir la herida hecha, producida. Empatizar poniendo por delante quizás el bien de la otra persona sin que el propio acabe totalmente descuidado. 

Yo siempre he sido una persona cuidadora, nunca me ha gustado ver personas cercanas y queridas enfrentadas o disgustadas, siempre quiero que todxs estemos agusto. Casi siempre lo consigo y finalmente acabo por los suelos, revoleada, moñeada y descuidada por mi misma. No se anteponer mis cuidados e intereses a los de las demás. 

Hoy me detectaron faringitis crónica y el médico hablaba mucho del estrés, de los nervios, de los jugos gástricos, de no comer bien... Yo pienso que finalmente la garganta se me está cerrando para impedirme hablar definitivamente ya que yo solo me lo impido. 

Esperé palabras y cuidados, tuve silencio y descuido.