Hace tanto que no escribo, que no se como volver a hacerlo.
Odio tener que sentarme a escribir, porque eso quiere decir que la cosa anda mal.
Pienso en el día que confié, que pensé que merecía de nuevo la paz y me siento como un idiota.
Me abrí para dejarme por completo, sin pensar en las consecuencias o quizás confiando en que esta vez serían buenas... Pero no.
Vuelta a la soledad, vuelta al trabajo.
Más herido, más fuerte y menos resistente.
El terror al abandono es peor que el abandono mismo.
Ahora el miedo se apodera de mi, me da miedo ser de nuevo alguien con los brazos abiertos, los fantasmas no se fueron y me esperaban tras la puerta, esperaban mi fracaso para volver a mi.
Aquí estáis y aunque no os quiera a mi lado no hay manera de borraros.
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