Acabo de salir de sacarme sangre, donde normalmente suelo marearme y descomponerme.
Esta vez no sentí nada, tan poca es la importancia de mi cuerpo material.
Se que llegará un día en que me arranquen una pierna y ni tan siquiera pestañearé.
Ya conseguí no sentir nada cuando me machacan el corazón.
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