lunes, 23 de noviembre de 2015

Disparen sin pensar...



Os he dejado la marca y estoy en estado de plena euforia...
Ahora podéis disparar... 

Os estoy esperando para poder hacer algo con todo este amor...

Ahora es el momento de despedazarme...
Ya he aceptado lo inaceptable, lo insólito...
Ya he bajado al infierno...
Ya he muerto y he resucitado en soledad...
Ya he escupido...
Ya he odiado...
Ya he amado...

Pero no es suficiente...
Es como si no aprendiera...
Es mi protesta contra la experiencia...
Esa mierda que llaman experiencia que nos quita toda la capacidad de dejarnos sorprender...
Quiero ser continuamente un adolescente con una pistola en la mano apuntando a mi cabeza y otra en el corazón...
Quiero enamorarme como si no hubiera mañana...

Vuelvo a estar preparado para morir...
Vuelvo a ser un blanco fácil al que disparar...

Y por mucho que niegue la experiencia...
Mis ojos pueden reflejar el cansancio y provocan miedo...
Es como si ese monstruo que tengo dentro saliera a saludar cuando alguien me mira directamente a los ojos...

Y huyen como cobardes...
Porque saben que es demasiado monstruo... Que sería un asunto casi de vida o muerte tratar de domar a esa bestia...
Incluso al mirarme al espejo me doy miedo...

Apunten...
FUEGO...