jueves, 24 de febrero de 2011

24/02/11 01:34 AM... Fin de "Crimen y castigo"...


" La humanidad se divide en hombre ordinarios y extraordinarios. Los hombres vulgares deben vivir en la obediencia y no tienen derecho a infringir las leyes, por el hecho mismo de ser vulgares. Pero los extraordinarios tienen derecho a cometer toda suerte de crímenes y a infringir de todas las maneras las leyes, por el hecho mismo de ser extraordinarios"

"Todos los individuos, no ya los grandes, sino aun aquellos que se apartasen un poco de la vulgaridad, esto es, aun los capaces de decir algo nuevo, vienen obligados, por su propia naturaleza, a ser criminales sin remisión..., en mayor o menor grado, naturalmente. De otra suerte, difícil les sería salir de la vulgaridad, y ellos no pueden avenirse a quedarse en ella, hasta por razón de su misma naturaleza, y, en mi opinión, están incluso obligados a no avenirse a ello".

" Una inquietud sin objeto ni finalidad en el presente y en lo por venir, sólo un ininterrumpido sacrificio que a nada conduciría...: he aquí lo que le quedaba en el mundo. ¿Y qué importaba que dentro de ocho años sólo tuviera él treinta y dos y pudiese de nuevo comenzar su vida? ¿Para qué vivir? ¿A qué aspirar? ¿Por qué esforzarse? ¿Vivir para existir? Pero mil veces ya antes había estado el dispuesto a dar su vida por una idea, por una ilusión, hasta por un ensueño. La simple existencia, siempre había significado poca cosa para él; siempre anheló más. Acaso por la sola fuerza de su deseo hubo de sentirse entonces un hombre al que le estaba permitido más que a los demás".

Crimen y castigo. Fiódor Dostoyevski